- Reconocen jonutecos interés genuino del mandatario con los más necesitados de las rancherías y poblados
Los gritos de los ancianos sobre la carretera, en la ranchería Guarda Tierra, parecían las voces roncas de los revolucionarios mexicanos de 1917. No obstante, sus consignas no eran de guerra, sino de júbilo porque el Gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, acababa de entregarles un camino rehabilitado, que va de Boca del Río hasta Boca de San Antonio, en el municipio de Jonuta.
“¡Gracias, gracias, señor Gobernador! ¡Usted se ha esmerado por la pesca, por el campo, por la agricultura! ¡Lo de usted es un sendo gobierno, que nunca habíamos visto, a la edad que tenemos!”, gritaban con voces roncas, entre los aplausos motivados por el corte de listón que realizaron el mandatario, la presidenta municipal de Jonuta, María Soledad Villamayor Notario, el secretario de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas, Daniel Arturo Casasús Ruz, y el director general de la Junta Estatal de Caminos, Mario González Noverola.
Los ancianos no fueron los únicos en reconocer el momento histórico. Durante todo el día, las y los jonutecos, descendientes de los primeros pobladores que recibieron hace más de cien años las primeras tierras ejidales en la entidad, no harán otra cosa sino señalar, reconocer, comentar y constatar con sus propios ojos, que el mandatario estatal los está impulsando a reescribir una nueva página gloriosa para su comunidad.
Al iniciar la Jornada de Atención en la ranchería Federico Álvarez, el Ejecutivo les habría recordado lo inédito de los nuevos tiempos. “Cambiamos la forma de gobierno. Antes el pueblo tenía que ir a las oficinas de los funcionarios… hoy venimos a atenderles aquí, secretarios y secretarias, directores y directoras, aquí está todo el Gobierno”.
Gracias a esta nueva forma de gobernar, se han realizado 58, de las mil cirugías de cataratas en toda la entidad, a pobladores de este municipio.
Una pareja asentó a su hijo de tres años en el módulo del Registro Civil, y otra con dos hijos adolescentes, se casó.
Después de haber hecho fila en el módulo de las audiencias y saludado al mandatario, don Enrique y doña Lucía expresaron que se formaron únicamente para agradecerle por los programas inéditos que el Gobierno del Pueblo ha impulsado.
“Nos animó a saludarlo porque la verdad el señor Gobernador es uno de los mejores mandatarios que hemos tenido porque nos ha tomado en cuenta, principalmente a los de abajo; los anteriores tomaban en cuenta pero a los que ya tenían manera y los de abajo estábamos muy aplastados. Ahora no, ahora el Gobernador May apoya a todos”, comentó el esposo.
Su compañera comentó que “da gracias a Dios que hoy May tenga la oportunidad de ser Gobernador porque está apoyando a las mujeres, sin distinción de ningún partido, y sobre todo, a las personas de la tercera edad, que ya no trabajan, y lo hace parejo, sin distinción para nadie”.
En la ranchería Zapotal segunda, los acuacultores y acuacultoras de la Comunidad de Aprendizaje Acuícola ‘Tilapia Gris’, ya esperaban también al mandatario con pancartas y anisas para saludarlo y agradecer el programa que hace el milagro de la multiplicación de los peces.
A sus más de treinta años, doña Concepción Moscoso lo explica mejor, asombrada de “no haber imaginado antes que podíamos producir peces”.
Su memoria recuerda que su padre y hermanos mayores hace décadas tiraban las redes en el río Chico, pero las abandonaron por falta de apoyos.
“El programa (‘Pescando Vida’) está padre. Nosotros, que vivíamos a orillas del río, siempre comprábamos el pescado. Luego, desde hace años, se abandonó la pesca. Pero ahora gracias al programa, ya lo producimos, lo consumimos y lo vendemos. En el programa estamos mi hermana, mi sobrina y una servidora. Ya muchos quieren entrar al programa porque se están convenciendo de que es muy bueno”, señaló la joven madre beneficiaria.
Cuando arribó el mandatario, se colocó de espaldas al río Chico, sobresaliendo a las orillas las cajas con las mojarras ya de considerable peso.
De inmediato comenzó a dialogar con ellos, a veces alguien entre las pescadoras lo interrumpía y agregaba un dato, una verdad a la conversación. Hay entendimiento entre mandatario y pueblo.
“La materia prima la tenemos pero no la aprovechábamos. El río nos inundaba. Pero ahora estamos cambiando la vida de las familias. Y es lo mejor que podemos hacer. Ahora ya son hasta técnicas en acuacultura. Y aprendimos a hacer comunidad. Ahora nos vemos más seguido, nos ayudamos. Y vamos a inaugurar la piscifactoría. No van a tener que comprar la semilla. Nos vamos a organizar para que vayan a buscarlos. Esta es la riqueza de nuestro pueblo, y por eso me siento contento”, diría entre vivas, aplaudos y acotaciones de las pescadoras.
Subido a un cayuco, constataría las cajas llenas de mojarras de las beneficiarias sobre la superficie del afluente.
Todas las mujeres coincidirían las palabras de Javier May en referencia al «siempre Presiente», como dice él, Andrés Manuel López Obrador.
“Ahora las cosas son diferentes gracias a este hombre que nunca se rindió”.
