Jesús Torres
El senador de Morena, Adán Augusto López Hernández ya ajustó casi tres meses de escándalos por sus presuntos vínculos con el exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, preso en el Altiplano y acusado de liderar el grupo criminal ‘La Barredora’, brazo del CJNG.
Las filtraciones provenientes de la Fiscalía General de la República (FGR) sobre el caso del llamado ‘Comandante H’ y revelaciones de testigos protegidos tienen al senador morenista muy nervioso al grado de perder la compostura cada vez que lo entrevista la prensa, como ocurrió ayer en el Senado de la República al protagonizar un enfrentamiento verbal con el reportero de una televisora.
Antes el senador y dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas en conferencia de prensa daba a conocer que Adán López había sido denunciado ante la DEA, el FBI, el Departamento de Justicia y el Departamento del Tesoro, tras mostrar los acuses de recibo de las querellas.
Además mostró ante medios de comunicación una lámina sobre lo que denominó el “Cártel de Macuspana”, encabezado por López Obrador y López Hernández, integrado por familiares, funcionarios y operadores políticos de Morena, acusados de encubrimiento, desvío de recursos y pactos con cárteles.
Con la detención del Bermúdez Requena, quien tendrá que responder a delitos del fuero común como secuestro, extorsión, delincuencias organizada más los que le impute la FGR en el ámbito federal, y ahora que el PRI ha llevado el caso a instancias internacionales, resulta insostenible para Morena la permanencia del senador Adán López como coordinador y presidente de la Jucopo en la Cámara Alta.
Las graves acusaciones que desde la oposición se han hecho contra la cúpula morenista así como de gobernadores y funcionarios de Claudia Sheinbaum y su probable involucramiento con el crimen organizado siguen manteniendo en el ojo del huracán al partido fundado por el originario de Macuspana.
De acuerdo con una encuesta digital dada a conocer ayer por el PRI existe un amplio rechazo ciudadano a los vínculos de Morena con el crimen organizado.
El 93% de los consultados considera que sus senadores tienen relación con cárteles, y más del 80% expresa estar decepcionado por la reacción del gobierno frente a estos escándalos de complicidad.
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, dijo que “el narco-gobierno de Morena ha protegido, financiado y encubierto a organizaciones criminales nacionales e internacionales, ya declaradas como terroristas. Eso nos ha costado miles de muertos, miles de desaparecidos y un país sumido en la zozobra. México no puede permitir esta narcodictadura”.
Sobre las denuncias que presentó el PRI ante las agencias antidrogas en Washington, el líder de los senadores de Morena sólo se limitó a responder que se trata de ‘mafufadas’, aunque pareciera que cada vez se le van cerrado los espacios en su defensa. Así se ve.
