Erwin Macario
La frase, aunque quizá irónica o fuera de contexto, no podría expresar mejor el ecoecidio que en más de medio siglo se cometió contra la Laguna de las Ilusiones: Se les pasó la mano.
Este hermoso cuerpo de agua, en Villahermosa, ocupaba durante el gobierno de Tomás Garrido unas 500 hectáreas, pero a mediados del siglo pasado, con Carlos Madrazo, se inició la construcción de colonias y fraccionamientos en sus márgenes, con rellenos indiscriminados autorizados o tolerados oficialmente desde el Ayuntamiento de Centro o el gobierno federal.
En la actualidad, oficialmente el cuerpo lagunar que lleva el nombre que le puso Garrido al construir el parque para las ferias regionales, tiene una extensión de 229.70 hectáreas. La secretaria del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (Semades), Sheila Cadena Nieto casi bromea. Dice que cuando llegó al cargo le informaron que eran 260 hectáreas. Que ahora dicen que son 230 hectáreas de Laguna. Por eso repite durante la conferencia mañanera de ayer martes: “Se les pasó la mano”.
El mes pasado se descubrió más cloaca. Enfrente del parque Garrido Canabal la Conagua “clausuró parte de un edificio en construcción cercano a la avenida Paseo Tabasco que bordea la laguna”.
Se publicó en Tabasco HOY. En esa ocasión, y ahora, el gobernador May no bromeo. Criticó, entonces, a los que no se oponen a ese ecocidio contra la laguna. Ahora dio a conocer medidas legales que se aplicarán. Y ya se ha definido la extensión real de la laguna.
El anuncio del rescate de la Laguna de las Ilusiones lleva a Javier May a recordar las críticas que en su contra ha habido por el Parque Museo La Venta. Dijo que esa oposición y acusaciones en su contra por los trabajos del Tren Maya, ya las conoce. “Ese es un juguete muchas veces visto”.
Y también es otro asunto, otra chingamusa, como diría Carlos Pellicer acerca su poema de siete hectáreas a orillas de un lago con algunos errores llamados cocodrilos.
Es otra cosa. Un poema con los tres reinos y mucho Hombre. “Las al menos 15 edificaciones en las orillas, que están rellenando y hasta con muelles” ya serán historia.