✍️ Jesús Torres
La oposición en México logró que la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo diera marcha atrás en sus pretenciones de instaurar, cual régimen autoritario, una ‘Ley Censura’ contra la libertad de expresión.
La iniciativa enviada al Congreso en materia de Telecomunicaciones, supuestamente para frenar la publicidad de EU en medios de comunicación mexicanos contra la inmigración, iba más allá al vulnerar principios constitucionales y de derechos humanos consagrados en la Carta Magna.
El rechazo vino primeramente del PRI y el PAN en la Cámara de Diputados y el Senado de la República y escaló incluso a nivel internacional cuando la ONU y Artículo 19, organización defensora de la libertad de expresión, fijaron posiciones en torno a la denominda ‘Ley Censura’.
La inconformidad tenía que ver con lo dispuesto en el artículo 109 que Morena y aliados pretendían aprobar a chaleco en el pleno del Senado de la República.
El artículo que ya fue retirado de la propuesta de ley establecía que “las autoridades competentes podrán solicitar la colaboración de la Agencia para el bloqueo temporal a una Plataforma Digital, en los casos en que sea procedente por incumplimiento a disposiciones u obligaciones previstas en las respectivas normativas que les sean aplicables. La Agencia emitirá los lineamientos que regulen el procedimiento de bloqueo a una Plataforma Digital”.
Vamos, poner en manos de Morena lo que se puede o no publicar en las diversas plataformas digitales, redes sociales y de medios de comunicación, era tanto como dejar la Iglesia en manos de Lutero, sino es que peor.
Es lo que han hecho regímenes autoritarios y dictadores en otro paises del mundo como Cuba, Venezuela, China, Corea del Norte, Turquía y Rusia, quienes han limitado la libertad de expresión y por tanto la crítica a sus gobiernos.
Ante las presiones de la oposicion y el inminente peligro de censura de la nueva Ley de Telecomunicaciones, a la inquilina de Palacio Nacional no le quedó de otra que recular y eliminar el texto del artículo 109 de su propuesta legislativa.
Esto, después de que en el Senado, Morena y sus aliados vía ‘fast track’ y sin haber leído el documento de 226 páginas, habían aprobado en comisiones la iniciativa para blindar supuestamente a México de propaganda extranjera.
Lo ideal sería que la propuesta de ley del Ejecutivo sea sometida a una consulta nacional en el que se vean involucrados especialistas en la materia, representantes de los diversos sectores y medios de comunicación. Quitar sólo un artículo no rescuelve de fondo el problema.