✍️ René Alberto López
Deben poner sus barbas a remojar aquellas personas y funcionarios públicos involucrados en el hurto y comercio del “huachicol”, esto es, combustible robado a Pemex, tras el mensaje lanzado apenas ayer, desde Palacio Nacional, por la presidenta Claudia Sheinbaum.
La jefa del Ejecutivo, sin medias tintas, advirtió que en las investigaciones por huachicol “no vamos a proteger a nadie, la investigación es a todos los niveles”.
Las palabras de la máxima autoridad en el país salieron tras la pregunta en la mañanera de que si el proceso de invetigar alcanza a funcionarios que pudieran estar involucrados en este delito.
Dijo que mientras se realiza la investigación no se pueden dar adelantos. Pero indicó: “no se puede informar cuando hay una investigación en proceso, pero que sepan que no vamos a proteger a nadie, la investigación es a todos los niveles”, reiteró.
Así las cosas, por supuesto, debe haber ya una orden estricta, contundente, de actuar ante la cantidad de casos de “huachicol”, que afecta, sin dudas, de manera grave a las finanzas de Pemex.
Como se recordará, el mayor decomiso de combustible robado en México se obtuvo en los municipios de Saltillo y Ramos Arizpe, en el estado de Coahuila, donde en sendos operativos las autoridades federales aseguraron la brutal cantidad de 15 millones 480 mil litros de hidrocarburo de procedencia ilícita, esto se dio a conocer el pasado 7 de julio por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del gobierno federal.
Las acciones en contra del “huachicol” se están realizando a lo largo y ancho del país, donde en Tabasco el mayor golpe contra esta práctica ilegal se dio en los límites de Cárdenas y Centro.
El propio García Harfuch, titular de la SSPC, informó del mega decomiso de 3 millones de litros. El hecho sucedió en una zona de la ranchería Plátano y Cacao, en mayo pasado. Hubo 5 detenidos.
Para esas fechas se pensaba que el caso de Tabasco, era la mayor cantidad robada de “huachicol” en el país, pero el suceso de Coahuila rebasó por mucho toda comparación.
Y bien, este gobierno de la llamada 4T, en su nueva etapa, está demostrando en los hechos que los tiempos de los abrazos a la delincuencia ya son historias. Y, en acciones contra delitos federales, van despacio, pero se están viendo resultados. Ahí se las dejo.