René Alberto López
Va de anécdota, toda proporción guardada. Cuenta la historia que el presidente Benito Juárez, con el gobierno de la república a cuesta, huía de los conservadores por los caminos de México, en su carruaje negro, y cierta noche arribó al estado de Veracruz.
Juárez ha sido el presidente más bajo de estatura, chaparro, pues, de piel morena, originario del estado Oaxaca
El caso es que Juárez y sus hombres llegaron a tierras jarochas en donde fueron alojados en una casa grande, con lujos para la comodidad de las personas del gobierno.
El propietario dispuso una recámara amplia, cómoda, para el presidente. Pero Juárez cedió ese cuarto a dos de sus colaboradores, y optó por uno pequeño, cerca del baño. Una de las sirvientas de la casa no se enteró del cambio que hizo el presidente, que tenía la costumbre de bañarse muy temprano.
Al día siguiente al ver a la muchacha cerca del baño, Juárez le solicitó agua y alguna toalla. La mujer aquella le dijo a toda voz. “Sírvase usted si quiere, tiene dos manos”. Juárez no tuvo más que atenderse él mismo.
A la hora del almuerzo, al llegar la muchacha con los alimentos, abrió desmesuradamente los ojos y salió corriendo, pues vio que, en el lugar reservado al presidente, estaba aquella persona que ella había confundido con un sirviente. Narra la historia que Juárez sonrió y, la mujer jarocha conservó su trabajo.
Bien, ahora nos trasladamos a Tabasco, al día 7 de octubre de este año. Sucedió en palacio de gobierno. Acababa de terminar la mañanera del gobernador Javier May, cuando entró al palacio Darvin González Ballina, piel oscura y estatura similar a la de Juárez.
Cuando intentó subir las escalinatas (iba a las oficinas del gobernador), una persona del equipo de logística le pegó un grito y lo atajó. “¿A dónde va usted? Tiene que registrarse allá”, y señaló el lugar en donde tenía que hacerlo.
González Ballina no dijo nada. Se disponía a cumplir la orden, cuando se escuchó el grito del reportero Armando Guzmán, que estaba en las puertas del palacio, esperando que amainara la lluvia que caía esa mañana, junto a otros periodistas (entre ellos este columnista).
“Es el jefe de asesores del gobernador, muchacho, como no lo vas a dejar pasar”. Dijo Guzmán, y el restó comenzó a reír. “Ballina es parte del movimiento, para que hoy ustedes estén aquí trabajando”, remató el director de Reporteros del Sur. De inmediato le abrieron el paso al jefe de asesores. Ahí se las dejo.
*Nota: (En esta entrega aproveché para compartirles a mis lectores una foto tomada por el.reportero gráfico Tomás Rivas en 1996, durante las tomas de los pozos petroleros, movimiento encabezado por López Obrador. En la imagen se observa cuando agentes de la Policía Federal detiene en la comunidad Santa Cruz a Darvin González Ballina, histórico de la lucha opositora en Tabasco, a su lado la diputada federal del PRD, Julieta Uribe. Atrás, este reportero cubriendo estos hechos para el diario La Jornada).*