✍️ Eugenio Hernández Sasso
Una vez que las acciones de seguridad empiezan a dar resultados en Tabasco, también los hombres de negocios comienzan a recuperar la confianza para invertir en la entidad y contribuir al desarrollo del estado que una vez estuvo secuestrado por el crimen.
El terror empieza a disiparse. Bandas completas han sido ya desarticuladas y otras están en proceso de investigación y anulación.
La certidumbre permite que empresas reconocidas se animen a arriesgar su capital nuevamente en Tabasco. Ahora empieza a ser común, de nuevo, la apertura de restaurantes y tiendas departamentales, entre otros negocios.
Hay dos ejemplos palpables de esta nueva temporada del gobierno del pueblo. Walmart anunció una derrama económica de 990 millones de pesos para el período 2025-2027 y, tan solo ocho días después, Chedraui ofreció 3 mil 289 millones para el ciclo 2025-2029. La suma total es de 4 mil 279 millones.
Esta multimillonaria inversión es una muestra de la confianza que se ha recuperado en la entidad, pero también representa la certeza que el gobierno de Javier May Rodríguez ha generado con el combate a la delincuencia, corrupción e impunidad.
Los mismos empresarios han declarado que ya no se les pide el tradicional “moche”, el cual hasta la administración anterior era parte del modus operandi de algunos gobernantes.
Tal vez esa sea la diferencia entre regímenes representados por lo más rancio del pasado y uno de verdadera izquierda.
Las inversiones de la iniciativa privada en curso se suman a la derrama económica histórica del sector público y, obviamente, generarán no solo circulante sino miles de empleos para mucha gente que ha vivido una situación crítica en los últimos años.
Con la inversión contemplada por Walmart se abrirán siete nuevas tiendas de los formatos Bodega Aurrera, Walmart Supercenter y Walmart Express, y la empresa generará más de 470 empleos directos permanentes.
Chedraui, a su vez, contempla la apertura de 173 tiendas que generarán 3 mil 706 empleos directos y 2 mil 891 indirectos.
Algo que vale la pena resaltar es que Chedraui, en los próximos cinco años invertirá una cantidad que representa el 67 por ciento de lo que han destinado en los últimos 45 años a la entidad.
Es decir, si Tabasco no contara con las garantías suficientes para generar seguridad en la apertura de nuevos establecimientos, ¿será que los hombres y mujeres de negocios se arriesgarían?
Obviamente no quiere decir que se haya borrado de tajo la criminalidad en los diez meses que lleva el gobierno de Javier May, pero si se ha contenido en gran manera.
La confianza se ha recuperado porque se ha combatido la violencia, se ha ahuyentado la corrupción y se ha destituido la impunidad.
El problema, en el gobierno del pueblo, se ataca desde la raíz y eso incomoda a muchos que ven trastocados sus intereses, seguramente.
Otro punto interesante es que en materia de obras públicas se ha impulsado el progreso en educación, construcción y rehabilitación de caminos, puentes vehiculares, líneas de distribución y conducción de agua potable, además de impulso a la producción agropecuaria.
Todo ello se ha logrado mediante el manejo honesto de las finanzas públicas, sin derroche y sin permitir arbitrariedades de nadie.
Existen grandes proyectos que cambiarán seguramente el rostro a Tabasco, como la ampliación de la carretera Macuspana-Escárcega, el tren Dos Bocas-Estación Chontalpa, el puerto de Frontera, el proyecto Villahermosa 2030 y la construcción del nuevo Centro de Convenciones.
Además, se avanza en la construcción de viviendas. Hasta ahora se han entregado más de 500 casas en esta etapa inicial y se concluirá el año con un total de mil 200.
Es evidente, entonces, que el estado ha empezado a recuperarse económicamente en todos los sectores y, seguramente, en los próximos cinco años, quienes anhelaban que a Javier May le fuera mal tendrán que cambiar su narrativa y su actitud.
Sassón
Desde que inició esta administración las circunstancias adversas no fueron motivo para detener la construcción de obras, a tal grado que el estado empieza a carecer de mano de obra calificada. Esto habla de una generación de empleo constante que lleva a una recuperación económica perseverante. Las estadísticas empiezan a transformarse y algunos enemigos del progreso no tienen de otra más que proceder a guardar silencio.