✍️ René Alberto López
¿Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo? La declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum en relación al caso Hernán Bermúdez y sus posibles repercusiones colaterales, fueron institucional. Su postura es normal en cuanto al caso del posible involucramiento de Adán en el tema.
Es la misma posición que tomó cuando el mundo le caía encima al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, respecto al asunto de la detención del Mayo Zambada y el asesinato de Héctor Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
O bien, cuando López Obrador en su momento arropó en la mañanera a Ignacio Ovalle cuando salió el caso del desvió de 15 mil millones de pesos en Segalmex. Brutal escándalo mediático. Los jefes del Ejecutivo nunca se darían un tiro en el pie.
Sí, solo en Tabasco se magnificó el tema de las declaraciones de la presidenta, desde luego, a manos de los adancistas a ultranza y aliados. Esto por un extremo. El otro es que el general Miguel Ángel López en la entrevista a Radio Fórmula nunca mencionó a don Adán. Nunca dijo que el ex secretario de Gobernación tuviera alguna denuncia o una orden de aprehensión. Cuál es el escándalo.
Pero los adancistas sacaron la cabeza y solo se desnudaron al salir en defensa de un caso que, al momento de escribir estas líneas no existe. Sin embargo, ayer Senadores de la República «manifestaron su confianza en que el coordinador de Morena en la Cámara Alta, Adán Augusto López, rendirá cuentas por el caso de Hernán Bermúdez, quien fuera secretario de Seguridad en Tabasco, señalado de ser líder del grupo criminal La Barredora», publicaron medios nacionales.
Uno de los legisladores fue Jorge Carlos Ramírez Marín, del PVEM, dijo que «las autoridades judiciales deben dar explicaciones y, en caso de ser requerido, Adán Augusto López tendrá que acudir a rendir cuentas».
Y bien. En la clase de periodismo nos ponían de ejemplo lo siguiente: Si un perro muerde a un hombre, es algo común, normal. Pero si ven que un hombre está mordiendo a un perro, ahí está la noticia.
Lo de ayer fue un hecho normal, la presidenta dijo que, su gobierno no ha pedido ninguna investigación contra Adán. Y es que temas, como el de Bermúdez Requena, lo ven las autoridades judiciales.
Por supuesto, las investigaciones relacionadas al asunto del ex secretario de Seguridad y Protección Ciudadana siguen su camino. Como dicen en el argot político, todavía queda “mucha carnita”, demasiada diría y de ningún modo es un caso cerrado.
La herencia y consecuencia de la inseguridad que dejaron los gobiernos del PRI en territorio choco, desde el quinquenio de Manuel Andrade, pasando por dos sexenios de Morena en Tabasco, (Arturo Núñez-Adán-Merino) por negligencia, opacidad o complicidad de los ex gobernadores, aún dará mucho tema para hablar y escribir en el edén. Al tiempo. Ahí se las dejo.