✍️ Eugenio Hernández Sasso
El gobernador tabasqueño, Javier May Rodríguez, está bien respaldado. Quienes sueñan guajiramente con descarrilarlo se van a quedar con las ganas y aquellos que proclaman su caída se van a frustrar por seis años.
¿A quién se le ocurre decir que el gobernador actual debe renunciar? En primer lugar, los cargos de elección popular no se renuncian; en segundo lugar, una solicitud de licencia implicaría una nueva elección en estos tiempos de furor, y, en tercer lugar, nadie tiene la varita mágica para frenar la inseguridad en unos cuantos días.
A muchos se les olvida que en la elección del 2 de junio de 2024 Javier May llegó con el 80 por ciento de la votación total. Es decir, ocho de cada 10 tabasqueños lo llevaron a la gubernatura a través del sufragio. Rebaso todas las expectativas.
En dos marchas ha quedado la muestra de que ese respaldo está intacto. La gente solo espera que toquen el cuerno para salir a arroparlo.
El pueblo lo hizo al participar en la caminata del 25 de enero, convocada por Jesús Selván, líder de Morena, y lo volvió a repetir en el marco de la conmemoración del 112 aniversario de la Marcha de la Lealtad, celebrada este domingo 9 de febrero en el municipio de Tenosique.
Sin embargo, quienes se dedican a la política saben que siempre tendrán enemigos de verdad y amigos de mentiras.
Es una realidad que este gobierno del pueblo no ha negado el problema de inseguridad en Tabasco, pero lo ha enfrentado con valentía.
La estrategia ha dado resultados y todavía falta, sin embargo, hay algunas voces que critican el desempeño del mandatario ¡en apenas 134 días!
Además, esos clamores vienen de algunas personas sin ninguna calidad moral para criticar, pues han sido parte de la descomposición histórica del estado de Tabasco.
Pero en este momento no nos vamos a meter mucho en ese asunto. Ya habrá tiempo para escribir cuando se les acaben los argumentos.
Lo cierto es que a Javier May lo respalda el pueblo con más intensidad, pues al hacer un gobierno de territorio y tener contacto directo con la gente, atiende las necesidades de las comunidades y resuelve los problemas colectivos.
En materia de seguridad hay fuerza de reacción inmediata, eso no se puede negar. Este lunes se vio en la colonia Gaviotas, después de que alguien pegó una cartulina con amenazas criminales en la escuela secundaria técnica número 28.
De inmediato se instalaron puntos de vigilancia del Ejército, Guardia Nacional y Marina para atender la situación. Eso es lo que da resultado y, seguramente, en unos meses más regresará la paz y la tranquilidad a Tabasco y su capital Villahermosa.
Además, el gobernador May Rodríguez cuenta con todo el respaldo de la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, quien no le ha regateado el más mínimo apoyo para recuperar la seguridad en el estado.
Hasta ahora le ha dado todo lo necesario para combatir el cáncer de la inseguridad que el gobierno actual heredó de administraciones anteriores.
Dónde si no nos atrevemos a meter las manos al fuego es por el equipo que acompaña a Javier May en este desafío. No sabemos si realmente son leales o solamente marcharon con él a su lado.
En Tabasco se requiere lealtad más allá de un discurso, de palabras huecas; se necesitan pruebas en los hechos, con resultados, y el que no dé el ancho, pues con la pena, pero el gobernador May les tendrá que dar las gracias en los siguientes meses.
Sassón
A estas alturas el jefe del Ejecutivo tabasqueño ya debe saber contundentemente de que grupo viene cada uno de los integrantes de su gabinete. Sabe a qué intereses obedecen porque muchos entraron por negociación. A lo mejor son leales, pero no precisamente a él y a su gobierno y lo peor es que los tiene muy cerca.